Como cierre de un gran año compartido y ya con la mirada puesta en las vacaciones y los encuentros con otros amigos y la familia, el pasado viernes 14 terminamos el ciclo escolar con una emotiva y festiva celebración eucarística presidida por el Padre Héctor Casale en la que participó toda la Comunidad de la Misericordia.

Dimos gracias por lo aprendido y vivido y pedimos perdón por nuestras faltas de amor permitiendo que Jesús sea el que ilumine cada momento de nuestra vida y cada rinconcito de nuestro corazón. Como gesto que nos ayudó a pensar y a sentir, se fue iluminando la Capilla, que estaba a oscuras, con velas que se prendieron a partir de la Luz de la Paz de Belén que compartieron las docentes y algunos alumnos de cada grado. ¡Señor, Luz de Vida, ayudanos a crecer en amor, a perseverar en la fe y a lo valorar lo verdaderamente importante!

Los niños de los Talleres de Coro y Guitarra II acompañaron cada momento de la misa con gran compromiso y entusiasmo. ¡Gracias!

Previo a la bendición y saludos finales, nos consagramos a nuestra Madre, María del Adviento, para que nos conceda la gozosa espera que descubre, en lo cotidiano, los pasos de la venida del Niño. ¡Ya llega…!!