Esta festividad mariana es toda una invitación a la alegría, precisamente porque con el nacimiento de María Santísima, Dios daba al mundo como la garantía concreta de que la salvación era ya inminente. María "Niña" era el punto de convergencia y de llegada de un conjunto de promesas divinas, que resonaban misteriosamente en el corazón mismo de la historia.

 En este día se celebra en la Argentina la Jornada de la Vida Consagrada. Estamos todos invitados “a la gratitud y a la oración por todos aquellos cristianos que han sido llamados a una vida de especial consagración”.

  Pedimos especialmente por las Hijas de la Misericordia, para que, cada día,  reconozcan con gozo el don de la vocación recibida en la Iglesia y resignifiquen con creatividad fiel el testimonio del Evangelio encarnado.

¡Feliz día, queridas Hnas.!